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viernes, octubre 28

La puerta a la teofanía

Viernes, 22 Enero, 2010 - Centenario, Bogotá Colombia - 1 hora, 12 minutos

Para esta ocasión leemos en el libro del Apocalipsis, capítulo 3, versos 20 al 22, y dice Cristo por medio de Su Espíritu Santo:
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Para esta ocasión nuestro tema es: “LA PUERTA DE LA TEOFANÍA,” o “LA PUERTA A LA TEOFANÍA.”
A través de la Escritura encontramos que Cristo dijo que la puerta y el camino a la Vida eterna, es angosto. Capítulo 7, versos 13 al 14 de San Mateo:.....................................
Y en el capítulo 13 de San Lucas nos habla nuevamente de la puerta, comenzando en el verso 22 en adelante (hasta el 30) dice: ............................................
Aquí encontramos nuevamente que Cristo habla de esa puerta, la cual algún día va a ser cerrada, esa es la puerta para la cual Dios le dio por medio de Jesucristo, las llaves al apóstol Pedro en el capítulo 16 de San Mateo, y luego, vean, capítulo 16, versos 13 en adelante dice (Él pregunta):
“¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?.....................
Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.”
Esa era la impresión que tenía la gente acerca de Jesús, unos pensaban que era un profeta, que era Juan el Bautista, otros pensaban que era otro, Elías, otros pensaban que era Jeremías o alguno de los profetas, o sea, alguno de los profetas que había resucitado, y entonces Cristo le pregunta a Sus discípulos:
“El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?...........
Así fue para la primera Venida del Señor; un evento tan importante como ese y ahora Jesús le dice a ellos: “Ustedes no vayan a decir que yo soy Jesús el Cristo.” O sea, recuerden que Cristo significa: Mesías, Ungido, “no vayan ustedes a decir que yo soy el ungido, que yo soy el Mesías.”
Ojalá lo entiendan los del Día Postrero para la Venida del Señor a Su Iglesia. Cristo no quería fanatismo y tampoco... eso era una revelación ¿para quién? Para los creyentes en Él; por eso en las parábolas encontramos en San Mateo, capítulo 13, porque es que algunas veces las personas creen que si algo de Dios viene para Su pueblo, eso es para todo el mundo. Vamos a ver si es para todo el mundo la revelación, o es para algunos. Capítulo 13, verso 10 en adelante, dice (esto fue luego de la parábola del sembrador):
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“Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?”
Es lo que muchas personas algunas veces dicen: “¿Por qué, por qué no nos hablan abiertamente y para todos?” Eso es lo que están ellos hablando aquí, reclamando, porque hay quienes reclamaron al Señor que no les hable por parábolas sino que les hable abiertamente.
Y el que decide cómo va a ser hablado es el enviado, los demás no tienen ningún derecho a exigir nada en ese sentido, porque el que trae el mensaje es el enviado, y como Dios lo use a él, así tiene que ser hablado, y el que tiene oídos para oír, que oiga lo que el Espíritu esté diciendo por el enviado, y vean, la Escritura que leímos, dice: “El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
Es el Espíritu Santo hablando en medio de la Iglesia de edad en edad por medio del mensajero enviado para cada edad. Le podían reclamar a San Pablo a Ireneo, a Martin, a Colombo, a Lutero, a Wesley, y al reverendo William Branham que les hablara abiertamente, pero nos habla... por ejemplo, el séptimo mensajero nos habla por parábolas también, por sueños, visiones y que viene un jinete en un caballo blanco, eso es una parábola, eso es por simbolismo. “¿Por qué no nos habla abiertamente?” Así fue como el Espíritu Santo habló por medio del reverendo William Branham, y nadie tiene derecho a decir que tenía que hablar en otra forma.
Bueno, vamos a ver aquí a Cristo con el mismo problema, o... no al Cristo: los discípulos, porque el problema no lo tiene el mensajero, sino el pueblo; los problemas no los tenía Moisés en aquel tiempo, sino el pueblo, ¿ven? Reclamándole siempre al mensajero, a Moisés.
Y recuerden esto porque profeta... dice Moisés: “Profeta como yo os levantará el Señor vuestro Dios, a él oiréis,” no con él ustedes van a estar reclamándole y luchando, sino “a él oiréis, en la forma que hable, así, y ustedes oran a Dios para que Dios les abra el entendimiento.”
http://carpa.com/mensajes/2010/01/la-puerta-la-teofania